En el caso de los riegos por aspersión las pérdidas de agua son menores que en el riego a pie. Generalmente se aplican de 60 a 100 litros por metro cuadrado y riego, lo que equivale a 600-1.000 m3/ha. Es menor la erosión que en el caso de los riegos a pie. Se puede emplear tanto en riegos de socorro de otoño e invierno como de verano. Debe instalarse con aspersores de ángulo bajo para que el agua se distribuya por debajo de la fronda, sin mojar el árbol.
El riego por aspersión puede hacerse por aspersores, por toberas o difusores y por escupidores.
-Aspersores:
Su empleo supone más energía gastada que otros sistemas, ya que los aspersores necesitan una presión de salida de unas tres atmósferas, que equivalen a 30 metros de eleación.
-Toberas:
Su riego moja sólo parcialmente la superficie del terreno, con lo que el consumo de agua por evaporación es pequeño y hay un importante ahorro de agua, pero, al no regar toda la superficie, no debe emplearse para riegos de socorro, sino en los casos en que también se riega en verano. Si se emplea habría que instalar más de una tobera por árbol para regar más superficie. Con respecto a los aspersores, supone ahorro de energía, ya que en tobera sólo se necesitan presiones de 1-1,5 atmósferas.
-Escupidores:
La superficie regada es más reducida que en el riego por toberas (unos 4 metros cuadrados en comparación con 20 metros cuadrados de las toberas). Generalmente se emplean 2 ó 4 escupidores por árbol.
En realidad el riego por escupidores es una modificación del riego por goteo, por lo que no debe emplearse para riego de socorro.
Las instalaciones de riego por aspersión o por toberas suelen hacerse móviles o semifijas. Estas últimas son aquellas que tienen unas tuberías principales fijas y otros ramales móviles que se desplazan tomando el agua de las fijas.
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domingo, 1 de agosto de 2010
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